La cocina puede ser contemplada como una actividad placentera y como ritual, como un tiempo para pensar, para reencontrarse con lo sencillo, e incluso como una oportunidad para hacer amistades o acercarse a quien se quiere. La finalidad de la cocina está en alimentarse. Sin embargo, el sentido de cocinar está, más que en la comida misma, en el proceso y en las infinitas variables que puede tener.
jueves, 14 de junio de 2012
Los chicos, la alimentación y el estrés
Según la doctora Elba Albertinazzi, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina Naturista, el clima de tensión/estrés que se vive en la actualidad en muchos hogares es absorbido por los chicos. Demasiada televisión, la falta de hábitos saludables y la alteración en los horarios del ritmo del sueño (cronobiología) derivaron en alteraciones en el sistema inmunológico, endocrino, metabólico y psicológico, que se manifiestan con irritabilidad, falta de concentración y dificultad en el aprendizaje.
En la adultez pueden devenir en personas obesas, con diabetes, enfermedades cardiovasculares e incluso neurológicas.
Ordenar saludablemente las costumbres cotidianas, pensar en qué se come, qué se elige para comer y cómo se cocinan los alimentos son puntos que inciden en una buena calidad de vida en los chicos.
Albertinazzi cree que los chicos comen mucho peor que en otros tiempos. "Quizá tengan mayor cantidad, pero falta la calidad. Los chicos comen alimentos desvitalizados, industrializados, hipercocidos, modificados por la industria, con el agregado de sustancias químicas no naturales como los colorantes, saborizantes y edulcorantes que no nutren las células", alerta la profesional.
-¿Puede la mala alimentación profundizar los síntomas del estrés?
-Sí, y una prueba de ello es el no desayunar. El desayuno permite iniciar el día con energía que proporcionan los hidratos de carbono, los cereales y el azúcar. Un vaso de leche con cacao y azúcar, o mate si no tolera los lácteos. Semillas, almendras... El pan puede ser francés o integral, pero sin el agregado de salvado.
-¿Hay alimentos que irritan y otros que calman?
-Entre los primeros están las carnes vacunas que contienen tirosina, un aminoácido excitante; condimentos como el glutamato monosódico presente en la soja industrial, el té, el café, el mate y las gaseosas oscuras. Entre los otros (sin que provoquen sueño) está la levadura de cerveza, las hojas verdes y los cereales integrales (especialmente avena, almendras, sésamo y chocolate).
Cuando los chicos cambian su alimentación se los puede ver más tranquilos, atentos, más cariñosos y más felices, siempre acordes con su temperamento.
-¿Qué es lo esencial?
-Comer alimentos naturales preferentemente preparados en casa, evitando lo industrial y lo químico..
Extraido LNR Domingo 10 de junio de 2012 (PoR Miriam Becker)
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