El día miércoles 23 de Febrero, el diario La Nación publico una nota titulada “Seis claves para detectar un restaurante malo” (http://www.lanacion.com.ar/1352347-#comentar). Lo que pretende esta editorial es ir desglosando y analizando cada uno de los puntos propuestos por el renombrado medio, realizando de esta manera la crítica de la crítica.
- - El menú parece un libro de poesía - Cuanto más se adjetiva, más probable es que la comida no sea del todo buena.
No siempre se cumple dicha predicción. La utilización de adjetivos calificativos en el menú es una estrategia de venta, la cual tiene por finalidad despertar los sentidos para ir gestando una expectativa en el comensal. A la vez facilita la proyección del plato en el imaginario del cliente.
Pan y Oliva sugiere reemplazar esta clave por “El menú parece una enciclopedia”. Cuanto mas grande y extenso sea el menú (abarcando todo tipo de comidas) peor será la calidad de sus productos. El que mucho abarca……
- - Sponsoreo excesivo - Indica que las marcas son socias de hecho del restaurante, que depende más de ellas que del ingreso por cubierto, y que falta independencia en la toma de decisiones.
Muchas veces la utilización de sponsors es la única oportunidad de pequeños emprendimientos para plasmar su proyecto. No necesariamente las marcas tienen influencia directa sobre la toma de decisiones del negocio.
- – Café malo y aceite dudoso - Si el lugar ahorra en estos ítems, es probable que ahorre en todo lo demás.
Esta premisa es irrefutable. Ambos productos suelen marcarnos el índice de calidad de las materias primas del local.
- - Baño sucio, cocina inmunda - Si los baños son un asco, no cuesta demasiado imaginar como será la cocina.
El baño, al igual que el salón, es la cara visible de la cocina. Si uno no higieniza correctamente su cara, menos lo hará con las aquellos sectores que no se ven.
Pan y Oliva se atreve a ir más allá y enfatizar la clave reemplazándola por “Baño sucio,,, mejor otro restaurante”.
- - A mayor glamour, peor comida - Con honrosas excepciones, la mayoría parece conformarse con la estética y la ubicación para despreocuparse por la comida.
Nos permitimos disentir nuevamente con dicha máxima. Creemos una osadía el sostener tal afirmación. La estética, la ubicación son factores importantes a la hora de diseñar un restaurante.
Dependiendo el perfil al cual apuntaremos (teniendo en cuenta las necesidades de nuestro cliente) veremos cuan fundamental será la calidad de la comida, la estética del lugar, la ubicación, etc.
Pan y Oliva modifica la máxima: “A mayor glamour, mayor glamour”. Quien suele elegir este tipo de emprendimientos busca principalmente eso: mayor glamour.
- - El pan lo dice todo - Si la calidad del pan deja mucho que desear, lo que viene será peor.
Pan y Oliva coincide con la clave, sin embargo la reformularía de esta manera: “Todo lo dice el pan”. Si la calidad del pan es sobresaliente, lo que viene será aun mejor.
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