Sin duda alguna nos encontramos frente al mejor film animado de la historia del cine. El mismo ha sabido recrear a la perfección el ambiente que se desarrolla en las calles parisinas; su estética, su delicadeza, su elegancia y su prestigio a la hora de comer.
Como bien sabemos, las ratas son los principales enemigos de los cocineros y las cocinas. Están considerados seres despreciables e indeseables, ya que no solo transmiten enfermedades y consumen la materia prima con la cual trabajamos, sino por su aspecto desagradable. Vaya paradoja que el personaje principal sea un rata, verdad?
Sin embargo, Ratatouille transmite un mensaje sencillo que se sintetiza en la posibilidad que una rata sea un excelente gourmet: “Cualquiera puede cocinar”.
Un punto aparte merece el plato emblemático de la película, la “ratatouille”. Un sencillo guiso de verduras aromatizadas con finas hiervas. Observamos como esta preparación transporta al crítico gastronomico a su infancia, despertando en el emociones genuinas y autenticas. Una vez más, la cocina da muestras de la carga emotiva que la acompaña.
- Plato Ratatouille, el cual fue recreado por reconocidos chefs parisinos- |
Un desafío para los cineastas fue la creación de animaciones generadas por computadora de alimentos con un aspecto delicioso. Los chefs gourmet en los Estados Unidos y Francia fueron consultados y los animadores asistieron a clases de cocina en diferentes escuelas de San Francisco del área de cocina para comprender el funcionamiento de una cocina comercial.
Si sos amante de la cocina, no podes dejar de ver este film para introducirte en el mágico y enigmático mundo de las cacerolas y batidores. Es una explosión de sabores tan solo similar a la que siente Remy al principio de la película.
Es un viaje al corazón de Paris, lleno de sutileza y gracia.
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